...aprovecho para escribirte

...aprovecho para escribirte porque sé que a estas alturas ya ni te acuerdas de mi amor, o de que te amé alguna vez y tú me dijiste lo mismo; te amo de forma interrogativa sin que yo me diera cuenta, y creía estar escuchando una afirmación. Hasta ahora lo veo, mira que estoy agradeciendo esa tortura de años, donde putié como condenado a muerte clamando a la justicia divina, yo no hubiera creído que te daría las gracias. Bueno, todavía no deido si dártelas, pero ya las estoy sintiendo que es un paso adelante, y sea cual sea el tamaño del paso, tener un paso ya adelantado es tener el principio del camino, una suma y no, una resta.
Tengo ganas de verte, de contarte, cómo sabías de cierto, que iba a durar mi vida entera amándote y toda la vida para que no me amaras. Y ahora no, porque así son las cosas, y las cosas cambian, es probable que tú hayas tenido fe en eso, y yo no, y por eso me reemplazaste como una estampilla postal. Ahora tengo fe, y quiero que sepas, que así como tuviste fe, yo ahora también la tengo, quizá gracias a ti en parte. Cosa que antes no tenía los ojos para ver, quizá porque llorar empaña la vista, y si algo hice fue llorar. Tú no me viste llegar al fondo de mi llorando, a los rincones más tristes, llorando.
Pero no es para hablarte de cómo lloré, y las desgracias, no es eso lo que quiero contagiarte, sino más bien mi alegría, pero no sé cómo esa se contagia.