Ha caído como un pájaro que termina estampado en el pavimento, dejándose comer por la vida y por las hormigas que vagan y encuentra carne para comer.

Nadie lo ha derrivado, se cansó de volar, de tener alas y de tener que llegar a algún sitio, cesó, paró a la mitad del camino y en medio de un aleteo no volvió a aletear más.

Como un pájaro muerto que nadie lamenta.