Carta para no entregar
Sé bien que es cobarde, ya lo sé, no tienes que decírmelo con tu presencia que tengo cuando no estás, porque por eso estás cuando no estás.
Dicen que empezar por el principio sería bueno, pero no sé donde todo, comenzó a empezar, o empezó por acabarse, las cosas pasan y ya, no hay fechas fijas para los funerales, lo que debe de morir muere, y lo que debe vivir vive.
¿Y yo?, ¿cómo hago esto?.
He retirado mis preguntas de la mesa de apuestas, he retirado mi mirada de tus ojos, la mano sobre la tuya puesta, he retirado.
No hay nada que saber acerca de esto.
Amén de los días, de las noches, aleluya de tu abandono, y divinidad a tus diabólicos encantos.
¿Qué se hace después de todo?. Nada hay por hacer después de todo, porque no hay nada más aparte de todo.
Nada. Ni razones para escribir una carta para entregar.
Dicen que empezar por el principio sería bueno, pero no sé donde todo, comenzó a empezar, o empezó por acabarse, las cosas pasan y ya, no hay fechas fijas para los funerales, lo que debe de morir muere, y lo que debe vivir vive.
¿Y yo?, ¿cómo hago esto?.
He retirado mis preguntas de la mesa de apuestas, he retirado mi mirada de tus ojos, la mano sobre la tuya puesta, he retirado.
No hay nada que saber acerca de esto.
Amén de los días, de las noches, aleluya de tu abandono, y divinidad a tus diabólicos encantos.
¿Qué se hace después de todo?. Nada hay por hacer después de todo, porque no hay nada más aparte de todo.
Nada. Ni razones para escribir una carta para entregar.
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