"...un poema que le hice a la vida para enamorarla."

Date cuenta
Aquí estoy para recibirte
Con los abrazos abiertos
Desde que el hombre penetró a la mujer desde la tierra
Hoy supe el nombre de mi padre
Y le agradecí a mi madre su vientre.
Y caerás en mis brazos, como una piedra desde lo alto.
Entra mujer, entra
Como si este cuerpo que te ofrezco fuera una puerta.
Atraviésame.
Cárgame en tus brazos de mujer que es madre de sus hijos
Defiéndeme de los que no son felices
Y no le ven figuras a las nubes, ni historias escritas, ni pinceladas de Renoir
Ni escuchan el silencio con gusto.
Regálame una sonrisa cada día
Durante toda la vida, vida mía.
Estoy hecha para recibirte
Desde que me confeccionaron
Desde que tomaron mis granos de arena
Pensaron en ti, antes de que yo lo hiciera.
Que el atardecer se haga, y la noche y la mañana
En tus brazos
Que de todas las desesperaciones me salves
Este que tengo
Es tu cuerpo
Es idéntico al mío.
Pertenéceme ahora
Que yo te pertenezco.
Ponte de mi lado
Y hazme el amor diariamente
pero con más ansias las tardes de domingo.
Beberme tu sangre, comer tu carne
Decir amén con la fe que se carga en la sonrisa
Y no en las lágrimas.