Friday, November 24, 2006

Una ambulancia circula a lo lejos
no hay manera de saber que esta noche que no sabía sería fría
no hay un conocido por allá un amado o amada
sin saber de nosotros
desfalleciendo.

A lo lejos la sirena inunda la noche con su cercanía
y dos o tres perros ladrando al compás.
Qué madrugadas de insomnios podemos decir del amor
que es un ataque epiléptico en media calle
o una pancarta que nadie lee.

A estos encuentros de mortficadas lágrimas
nos decimos esto
el amor es guardar compostura
y unos dulces insípidos por años
y una cursilería cualquiera.

Una ambulancia circula a lo lejos
hay que tener dos milímetros de sangre para saber esto
el amor no es ninguna astucia
ni mucho menos morirse pensando que sí es.

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