Tengo mi sonrisa

Tengo mi sonrisa sobre los labios.
Tengo una mano tuya que es mía
ya no me pertenece.
Me quedé a ver cómo se enfriaba tu taza de café
que tus labios ya no beberían
vi tres ambulancias con urgencias
gente que iba
gente que venía.
Me quedé despierta para soñar contigo.
Eres un sueño en el que duermo contenta
en el que despierto y te tengo conmigo.
¿Me regalas una diminuta eternidad para tenerte?
Aunque sea una pequeñísima eternidad
para quedarme mirándote.
Son las siete
me voy
para esperar que sean las once y media
y tocarte a distancia con mi espera
y mis palabras en tus oídos.

Mis amores rotos

Esos los que amo
y que están rotos, rotos, rotos.
Estas palabras atoradas a la mitad de la garganta.
Y un amor que fue desperdiciado, mal invertido y hoy da grandes ganancias.
Una mujer igual
busca caricia
calor en el lecho
y cuerpo entero antes de que sea ceniza.
Yo soy esa
tengo amores rotos
que no pueden ni saben otra cosa
que no sea roto, ruptura...
Se han hecho mejores con el tiempo
o me he acostumbrado a ellos
yo pienso que lo primero.
¡Amores vengan!
hablemos de nosotros
hablemos de lo que está roto
de lo que sigue
de lo que no sigue
de la epidemia
y de la blasfemia.
Tan sólo hablemos porque hay que hablar.
Hablemos, hablemos y ya.

Paloma Ala Triste

Paloma dijo que se está convitiendo en otro animal
y que Armida es el nombre de la mariposa que habita en su estómago.
Que vive de tristezas y alegrías porque no puede sentir más.
Habla de ella y de otros temores. Cuando me la encuentro dice que me ama...yo lo único que sé es que todo tiene nombre; y mi sonrisa se llama Mary.

Voy a mirarte

Voy a mirarte todo lo que pueda
hasta donde mis ojos me alcancen para verte.
Quisiera gastarme todas las monedas
que mi madre me dió cuidadosamente para ir a la feria.
Quiero mirarte siempre, a todas horas
en mis sueños, cuando duerma
en una caricia cuando cierre los ojos
porque tus manos vienen para abrir y cerrar puertas.
Para que llames
y yo te abra
y no tengas que tirar ninguna puerta.
Tu apenas y lo quieres saber
yo te lo digo todo al oído
para que nadie se entere
pero que tu sí lo sepas.
Voy a mirarte siempre
con lágrimas en los ojos
como he mirado a los hombres que cargan con el peso de sus cuerpos, y con al alma arrancada
porque son como árboles que han perdido sus hojas.
Voy a mirarte.
Deja que te mire cuando me hinco ante tus pies
antes de saltar a tu abismo
y saber cómo es la muerte
que habíamos muerto.
Tú que apareces cuando ninguna espiga del aire te espera.
Pones el alma en todo
en tus ojos a gotas
en mis ojos a olas.
¿Para qué mirar lo otro, lo que sea cualquier cosa?
resulta inútil amor sentirte y no verte
que estes y que no te vea.
Déjame verte amor para que de verte muera.

Primero de Julio

No sé si este viento conserve aún a la noche.
La noche de los abundantes amores escasos.
Pero si algo puedo decirte, eso es amor.
Es extraño como vamos y venimos
de un sitio a otro ciegamente sin encontarnos.
Sabemos el por qué de esto
y aún sabiéndolo seguimos sin consguir respuesta.
¿¡qué curioso no!?
seguir dando las mismas vueltas en los mismos sitios
sin darnos cuenta.
Así somos
así son estos ojos de necios y ciegos
que no quieren ver, pero ven.
Y quizá lo que vean sea lo más doloroso del mundo
cuando vean al amor partir.
¿Por qué nadie me dijo que morir se sentía así?
tenía que morirme por mi propia cuenta. Y morí.
De esta ausencia.
De ese río que nadie navega morí.
Te recuerdo amor
que la noche y el viento
que supongo que existan allá afuera
-no me atrevo a decir que no ni decir que sí-
prefiero suponer
que a escondidas haces apuestas
sin que me de cuenta
para recuperar el amor empeñado.