Tuesday, September 19, 2006

Sonsonete

Una cortina que se agita sin ventana abierta
entra, con la aguja y el hilo que me perforan alma adentro.
Esta es la hora de todo ritual
de todo rostro tendencioso
la debida, lentamente.
Un crepúculo nace de pronto
las estatuas por dos aleteos de mosca se congelan.
De pronto nada
neblina en lo oscuro, una silueta que se aleja.
Somos estos muertos, caído de batalla
de lucha, sangrando.
Somos la carne viva, desnuda hasta las venas
con el alma saliéndoles por los ojos.
Algo, parecido a una nube nos espera
en un puerto que no existe en ningún mapa.
Dos victorias y dos pérdidas
¿Quién ha visto a dos ciegos amantes hacer el amor?
Con todo tacto y todo vuelo y toda razón
la ternura les nace desde los poros
viene de atrás de sus sueños
del fondo de sus sonrisas
más allá de Dios les viene como anillo al dedo
una noche como ésta de verano
esperando el otoño con el desierto de vuelta.

Thursday, September 07, 2006

(sic)

Hay en tus palabras cierta dulzura cerrando la puerta
llama de vela que con el viento perece
una espera bajo la lluvia de meses y meses.

Hay en tus palabras dos o tres espinas
que no dejan salir a las palabras
ninguna palabra cierta puesta sobre la boca.

Un florero que acaso sabe de su muerte
por los brincos que da una pelota.

Tus palabras que no fueron
otra cosa más que un pagaré al portador
promesa escrita en la arena
que una ola viene y borra
porque las olas no saben de promesa
siempre dicen la verdad.

No te creo estas últimas letras dichas
como quien dice cinco por treintaiseis.

Hay en tus palabras un dejo
un hilo de telaraña que flota suavemente
en la oscuridad para que me enrede con el.

Tus palabras me dijeron algo
que tú no me dijiste
y también tus ojos que no miré.